(Alzheimer) Frío físico, lúgubre vacuidad. Puerta sin advertencia, paso prohibido a todo lo caduco más allá de toda invitación abierta, donde miramos la idea de lo que fue y no supo, ni tampoco sabe ser ya idea. Vida o amor para llenarse pero sólo vida ya perdida. Estrofa que lleva la incógnita en su hueca fosa de recuerdos en plenitud de desasosiegos inconscientes, con todos sus despojos de vacíos. Los que no se llenan ni se apagan del todo, necesidad de renovarse con la muerte, en ese olvido de volver consigo... a reencontrarse. Receptáculo de angustias, esto somos para el drama interior del ser humano o, un henchido corazón en silogismos. Dilema, ‘argumento cornuto’ y desgraciado. Sin embargo terminamos todos como 'fiambres' en 'la nevera' , desenchufada o rota, freno de todo pensamiento. ¡Qué más nos da, hermanos, si el frío es el mismo! Con amor o sin el, enfermedad, dolor y muerte. ¡Siempre luchando en nuestro abismo! No hay alternativas somos polvo de imán hasta en la herrumbre, oxido que atrae. Radicales libres en su litigio por la vida, juventud y vejez, evolución, decadencia; cuerpo y mente, verdor madurado que se pudre. Lo que fue y lo que hay... ¡y se va yendo de vacío! Y se suman fracasos como éxitos, más los primeros a la larga lista, la de desencantos propios donde somos lo que llena un Todo, persiguiendo siempre el de sí mismo. No siempre es éxito único, el nuestro. ¡Otra vez será, qué remedio! – Nos decimos- Y la materia gris, la dueña de la idea, se nos muere; se nos convierte en cementerio. Cables yertos, conducciones de desechos, humana chatarra de despojos, basureros. Pero fue útil para el ‘bluetooth’ preciso que sin saber o sabiéndolo, consentimos. Y me tomo la vida como es, hermanos, con la Fe de un poema también de basurero, cuyo final dura, lo que duró el mensaje de cálida esperanza por la vida... ¡Reciclaje! Si hay que volver se vuelve por ella, ¡la Vida! Ay, qué colmo del Cosmos en las llanuras del vacío. Estrellas que han dejado de brillar y han explotado. Y de nuevo retornamos a la vida, otra alma espera ser la dueña en otro cuerpo, entrega sumisa al eterno drama sometiendo la materia al mismo ciclo. Y aquí estaremos por la bendita Fe en la esperada acrópolis, de nuestro Alfa y Omega que nos llama. *alattkeva. 3-jun-05 (Reservado sus derechos.)
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Muy sentido,
ResponderEliminarGracias, Paco; tu paso es un regalo y suerte en tu labor pedagógica, como en todo aquello que libera tu pensamiento.
ResponderEliminarMi aprecio.