Agonía

Esta rabia triste,
la llaman: emoción equilibrada...
Es como pecado mortal de bolsillo.
Un envés del aire que alimenta las piedras.
¡Este ser entrañable que me habita
sin tiempo para curar sus lágrimas,
me sirve de tertulia para versos!



Esta evocación placentera
de una rabia triste, peina la noche
y juega con los rayos de la luna.
Esta realidad equilibrada
contrasta serena con mi alma, dominándose;
este fluir de fuera hacia dentro es interminable,
¡Es necesidad de no ser, no estar y no sentir...
las arrugadas palabras de mi sed y su hambre!



Singular complejo inestable en mis latidos
son los deshechos de las sombras que se tocan;
y este berreo interior que sólo se sonríe
sabe amarme si lo aborda ansioso mi silencio.



Aferrarme quiero a cualquier brazo de la tierra
abandonándome al seno de sus aguas.
Por eso le digo...
¡Para qué me inventó el cielo

si no puedo alcanzarlo
con mi vuelo!



Este agonizar no duele pero sé que mata.



Elisa en: "Don Anselmo"
2010

Sentimientos

He sentido...

que de tanto querer no pretendo,

que sintiendo como pienso

mi sentir, ya lo comprendo.

He pensado...

Y por tanto querer saber

he de pensar ¿por qué siento?

Y pensando me he quedado.

He querido...

Y queriendo tanto

he sentido que si te quiero 

por ti, casi es posible que muera;

por no saber hasta cuánto

se puede querer queriendo

de la forma en que lo hago,

y al preguntarme por qué...

¡Tú también lo hayas pensado!

*

ELisa

30 Nov, 2007 

Tus manos en las mías

Mis manos desoladas acariciar ya quieren,
y escriben los silencios en aire de palabras;
amores de presagios en fraguas encendidas,
voraces desafíos en un festín nos llaman.


Mis manos desoladas musitan en la carne
por labios cuando callan su gravidez serena;
deletrean palabras con torpes mandamientos
raíces secretas de ignotas geografías.


Mis manos en las tuyas... están hechas de cantos,
de luna y firmamento con huesos de memoria
de tempestad sin miedo, llevando su hojarasca...
Discursos por el viento en besos de la infancia.


Tus manos en las mías... se sienten protegidas
y en las curvadas noches, cayéronse rendidas.

Elisa

Aún...

Por qué temo a los ángulos oscuros
cuando mi luna va apagando luces;
en inútiles colmos inmaduros
y al absurdo entusiasmo que producen

Es tarea efímera del llanto
la acusada obsesión de un desafío;
sin rescate del alma prisionera
atada sin razón a mi albedrío.

Y por qué... sueño aún con la distancia
cuando sé del camino que me lleva.
Y por qué... tiembla aún por mi regazo
este seno de amor que ya no alberga.

Siento el cuerpo flotar en el vacío,
las ansias candorosas me acrisolan,
y una lágrima al sol se me ilumina
por las noches del alma que están solas.

Elisa

Gaviotas de otoño

Amor, no creas todo lo que digo,
ni pienses que seré de otra manera;
pues eres mi sueño en cabecera
y lo juro ante el mar..., mi fiel amigo.

Si la mitad de mí está contigo
porque cuida de ti allí a tu vera,
como alma de ayer por la ribera
y cerco de la luna... mi testigo.

Soy brisa cansada, sabor de yodo
y naufragio de espuma por tu playa;
recuerdos de oleajes en marea.

Dos barcas encalladas de algún modo
por tormentas sin faro en atalaya,
mas ganaron sus almas la pelea.

Elisa en: "Don Anselmo"
may/10

La espiga

La vida es una espiga
mecida por el viento,
y en canto de la aurora
un bello pensamiento.
Semilla es de las aves
naciendo por los prados;
la fe en los aldeanos
y verso en nobles cantos.


La espiga es como el vate
que quiere verla en vida,
hogaza de alimento
de versos florecida.


La espiga de la vida
espera por el campo
llenarse de colores
crecer sin tanto llanto.
Amor que la consuele
la paz que siempre abrace;
en aire de la brisa
por siembras cuando nace.


El trigo que he sembrado
por surcos va creciendo,
y un ave lo disfruta
sabiendo de su dueño. 


Elisa en: "Don Anselmo"
2009

Necesidad (Sonetillo)

No hay necesidad mayor
que ser un poco vidente,
rigurosa en lo prudente
no distanciando al amor.


No hay desventaja en fervor
cuando nos llega a la mente,
su mensaje de aliciente
y nos concede favor.


La vida no es la trastienda
ni menos falsa fachada,
ni apariencia en lo preciso.


Es amor, es una ofrenda,
es también corazonada,
honestidad, compromiso. 

¡Ya voy...!

Amor, que me esperas...
Ya voy al momento
voy entre temores
y, estando, ¡ya tiemblo!
Y quiero que sepas
que es más lo que pido,
no sólo ternura
cuando soy tu nido.
El aire que quieres,
la luz en tus ojos;
el cayado en mano
... si acaba el arrojo.
Tu puerto y bahía
la luna en la noches,
donde dos se saben
...amar sin reproches
El agua en la sed
refugio y cariño,
el sol de los días
la luna y la estrella,
la noche en la espera
que sueña la vida,
hasta aquel instante
... cuando todo muera.


Elisa
Mayo/10

En las alas de mi ruiseñor

Viaja la luz en el aire

y viaja sin alas, viaja,

como viajan pensamientos

así viajan nuestras almas

 para sentir agonías,

conociendo entendimientos.

 Sabiendo también de vuelos

 por los surcos de los tiempo,

llevando amor, peregrina

se me llevan sentimientos. 

Al cielo de terciopelo

donde se mecen las nubes

y el alma que yo más quiero

entre sueños y querubes.

Viaja este tornado mío

desplazase a la distancia,

-¿donde me llevas dolor

para perder yo la calma?-

¡Viajo en sueños, vida mía,

viajo con este candor

donde siento un corazón,

morir por ti cada día!

-¡Ven amor, viaja conmigo!

Para sentirme en tu boca

y quien besa en cada verso

...de sal... - ¡Ay, y cómo besas,

por eso me vuelves loca!

Elisa en: "El Ruiseñor"
may/2010

Una canción para no olvidar...

¡Va por ti mamá, por lo tanto que te gustaba y a todos los que seguimos amándote en el recuerdo!
(Para que te alegres en tu gloria)

Mi Rosa madre (En este día de las madres)

______*-*-*______                                                          Mi madre con 87 años

La casa es el árbol plantado por mis mayores
lleno de pájaros que no cesan de cantar,
siembra fecunda.
( "La casa", fragmento de un poema inédito)


Mi casa de la niñez
fue por la rosa aromada,
en sentimiento de otoño
en el vergel que se daba.

La casa de mi niñez
tuvo siempre jardinero:
el corazón de mi madre,
alegre como un lucero.

siempre, cuando la recuerdo
la percibo entre las rosas,
las que adornan los jardines,
del alma en todas mis cosas.

Porque su aroma se siente
es amor de madre hermosa,
cuando por dentro florece
su sentimiento me roza.

La casa de mi niñez
aún la llevo muy dentro,
cuando visito el jardín,
paseamos dos... y la siento.


A. Elisa Lattke V.

Se es una vez arena

No vale la pena
luchar contra el fuego
si eres de estopa.

No vale la pena 
enfrentarse al viento
si eres hoja seca. 

(alattkeva-Ab.10)



Mi lugar no está aquí
porque es huella de exilio, 
cuando la arena quiera mis huellas
seré diamante en sus pisadas.


Mi pupila está encendida
por la humedad profunda de unos ojos,
mis lágrimas cristalizaron en el círculo de su luz;
hay un camino en el desalojo de mil muertes
y hoy sé a ciencia cierta, quien me habita.


Una huella en mis labios aún tiembla
y halló en ella, todos mis sueños en palabras.
Esa luz de la que hablo se hizo anillo nimbado 
y, en su círculo,  igualmente me desdoblo en aromas,
abstraída en mi verbo por su gesto salobre.


Un estrella fecunda mi huerto de versos
pero pesa su consejo sobre mi pequeñez.
La humedad de mi llanto hace crecer el musgo de mi charca, 
y las olas tienden a desbordarme la dicha que me habita.


Elisa

Mi tristeza

Esta tristeza mía,
no me deja nunca.
Esta tristeza
me oscurece el alma,
me carcome, roe,
acabará conmigo,
juega con mis defensas;
soy desventaja.
Esta tristeza mía,
me es necesaria.
Es el pozo oscuro de mis lágrimas,
el chal que me echo por encima
como abrazo frío que mi ‘yo’ reclama.
Las dos venimos y las dos nos vamos,
repetimos trillar y así se acaba.
Es amiga de mi muerte en vida,
la que juega enredando mis cabellos
la que se burla de mis canas.
Escupe mi rostro, me desprecia
va desnudándome sueños, me mata...
La misma que mesura con escarchas.
Sabe por qué me voy muriendo en vida,
no sabe que no me importa su guadaña
pero me acomoda su chal sobre mi espalda.
Esta tristeza toda, te la debo a ti cuando me faltas.

*
Elisa- 06 
*
Un saludo de Amor es brisa que se detiene en un espasmo sutil de pensamientos* (Elisa)
*
Un mañana deseado, es sólo un hoy que aún no termina de hacerse realidad.* (Elisa-06) 

¡Tuya!

¡Ven!
Toma el brillo de mis ojos
que iluminan mis silencios,
la frialdad de lo estático
del terrible desacuerdo
donde se me pierde el deseo,
serpenteando por mis sueños.

Áspid de pecados ciegos.
¡Ven!
Coge mis manos
para ungir entre las tuyas mi cuerpo.
Despiértate si duermo, revolviendo mis cabellos,
hazte nudo en mi cintura con tus brazos
y estréchame tanto, como para sentirme dentro;
pero no me dejes en la soledad de recuerdo,
porque me dejo en tu boca todo el amor que te tengo.
Y la áspid de mis pecados, es veneno que consume
cuando sé lo que me pasa y por qué le estoy queriendo.
Ven, soy tuya y de tus manos
pero también soy tu aliento
y para mí la esperanza,
cuando se acaba mi tiempo.
¡Ven!
¡Anúdame a tu cintura para ser regalo nuevo!
*
Elisa.
_________________
Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke-09)

Dolor a solas (De los enigmas)

Enlace: http://www.poetasuniversales.com/viewtopic.php?t=25926

(De los enigmas)

Hay un tiempo muy nuestro 

de la ausencia y la vida,

como tiempo ganado 

que jugó su partida.

Es aquél que se lleva

con su brillo y destello,

acomoda en su abismo

a la inútil quimera.

Es de todo el que sabe

emerger de su adentro

cuando sabe qué lleva

su tatuado recuerdo.

Su misterio se alumbra

en el hueco del alma,

y, muriendo por dentro

aprendemos en calma.

Se vislumbra con  fuego

en la débil materia,

encendiendo los cielos

cuando fluye en arteria.

alattkeva-10

Imaginemos

un pensamiento de aire,

imaginemos

que necesitamos respirarlo; 

sólo imaginemos que se nos acaba.

       

Enarbolan mis brazos como lenguas de fuego,

son adioses pesados con livianas palabras

enarbolan sus manos como mares de acero;

si tu vida se ausenta de mi verbo que labras.

Remolinos del río de este tiempo de versos,

sin un rumbo preciso nos sacuden el alma

remolinos de... mentes, cuando pasas estíos.

llevan armas letales, sobre el agua que canta.

Nos contemplan los ojos de mirar hacia dentro

y, por su turbio rincón, dan cobardes miradas,

fortifican sus reinos de granito de estatuas

y, nos saben ángeles, que perdieron sus alas.

Enarbolan mis vuelos con palabras... al viento,

las infames que duelen y quitaron los sueños;

enarbolan mis llamas en pupilas de fuego

y hoy se burla este tiempo, donde tallo mis versos.

¡Dos espadas de fuego se clavaron en almas!

Elisa en: "Salambó"*

4/10

*Diosa cananea

Fascinación I

Me tiemblan las manos
y hoy sólo soy la idea,
diafanidad diacrónica.

Para enseñarte a recordar
dónde dejamos las caricias
desconcertadas y vacías.
Y dónde deberían de haber terminado
nuestros besos.

Te enseñaré a amar los sentidos
del movimiento.
Sin el cuerpo constreñido,
sin espíritu insípido, sobre activado y estresado,
porque me traje el cimbreo del ayer para sentirme viva.

Y otra caricia permitida
que nadie aplica a la vida...

Escucha:
He sentido el silencio gemir
en el ángulo de una alzada, 

que alineaba el elemento tierra.
¡Y me pusieron mordaza!
Pero se desbocaron mis palabras como yeguas
esta madrugada, sin mis riendas.
¡Y ahí iba mi alazana!
Relinchaba en el silencio sobre el prado,
aguijoneaba mi espuela... de Sur a Norte

Y, abajo, en ese Valle
Soplaba,
soplaba...
y soplaba... ululando el viento
y yo, castigando los ijares del deseo.
¡Pensamientos!
-Profanos pensamientos-
¡Malhaya sea mi estampa enamorada,
mordida del deseo!
...

Me tiemblan las manos
y hoy sólo soy la idea,
diafanidad diacrónica 


Elisa 

Espadas de agua

Cómo he podido deslumbrarme, Vida, al cambio tornasol de hojas de estío ante ese resplandor de la hojarasca por los rebeldes ocres del camino. En mi dolor hecho de canto, callas esa pasión absurda que ilumina las pavesas de polvo con el viento, haciendo que se encienda mi pupila. ¡Y las espadas de agua se han cruzado hundiéndose en la ojera de la lágrima! No soy testigo falso de los llantos, ni juez tampoco, infame y sobornable, ni el dedo acusador cuando señala; sólo soy un signo en la memoria que contempla la blanca vestidura y un testimonio aún sin la sentencia; lamiendo mis heridas en las sombras, lamentando mi vida en tu inocencia. Elisa

Río de amor para su gleba

De Sílex parecen tus labios fríos,
cortante filo que al besar me hiriera;
con versos que navegan por los ríos
de este amor tan descalzo que te diera.

Ríos de amor para corriente brava
que lleva a fatales remolinos,
y no teme morir cuando se acaba
bajo el agua que enturbia los destinos.

De tierra soy amando la corriente…
de agua pura negándome la vida,
al cielo sólo pido el aliciente
que llene el cauce de caudal crecida.

Y quisiera ser más en fiel ribera
con caricia del agua seductora;
calmando de mi sed cuando se espera…
el beso de la boca redentora.

Se quiere así para la yerma gleba
en triste incertidumbre de ilusiones;
pues es mejor vivir cuando nos prueba
la riada que nos cubre las pasiones.

¡Así ama la tierra y desespera,
humillándose al sol de ardiente llama;
y no sabe vivir sin su quimera
muriéndose de sed, cuando agua clama.


Elisa.
24-11-05. 

¡Mamá "Zita"! ( A mi madre)

-1914-2007-

Eres Rosa, mi diosa, la divina,

la madre generosa  que no olvido;

el ser más inefable que he sentido

más cerca de Dios, con Fe y disciplina.

Fiel ejemplo de amor y sacrificio,

inculcaste a tus hijos en la vida

plasmando tu sello a la partida

y agradeciste a Dios por tu servicio.

Aprendí la entereza ante la muerte,

sonreías cuando ella ya llegaba
soportando el final en paz, consciente.

"Para qué más vivir si no hay proyectos"
"Esto se acaba, hija...",  -me decías:-
Mirándome desde tus ojos verdes, 
-añadías: 
"He soñado vivir, mas despierto ahora!" 
...
Irme igual que tú, madre, cuando acabe,

yo quisiera también así la mía

y cuando llegue... ¡Tiéndeme la mano

llevándome hacia Él, con alegría!

Elisa

3/10

*'Zita' Era el diminutivo de 'Rosa' . Uno de mis hermanos, ya fallecido, así llamaba a nuestra madre y cuando lo escribía lo hacía con 'Z'.