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28/5/11

Agónica



Escúchame esta vez, este es mi grito,
que sale de mi vientre en un vagido,
verso con llanto en mezcla conmovido
de homo y lobo lanzado al infinito.

No volveré a gemir si es delito
despreciar este amor tan condolido;
e inútil es mi llanto desvalido
esculpido en ayer de monolito.

Lo comparo a tristeza del infante
tirado en basurero del olvido,
que despierta de su sueño aberrante

No importa ser lobezno del aullido,
que un desdeñado feto agonizante
que sabe de rapaz y su graznido.


Elisa. 

____


* AGÓNICA 17-nov-2006
Sólo intenté saltar fuera del agua, pero mi lugar está y estuvo siempre dentro de 'mi charca'.
¡Gracias por todo!, si un día dejo de ser una 'rana azul ' menos (alattkeva-10)

13/4/11

No es la primavera


¿Por qué es culpable la primavera?
Por qué se duerme el día
bajo los párpados del sol,
y renace con anhelo al alba.
Es un poco como todo
pero entre las ojeras de la noche
y una luna cansada,
hay un silencio
enamorado
bebiéndose
las ganas.

¿Quién agita los cuerpos
en todas las estaciones
y por qué es ella la culpable?
-¡No es ella solamente!
... ¿No la ves a la infeliz
aguantando a sus hermanas?
-¡La humanidad expansiona!

¿Qué sabemos del deseo
en la mirada de los grillos
y por qué se estremecen los tilos
en las tardes... ¡Ah, la vida!

Siempre hay cuerpos
sudando entre las sábanas
y otros... yermos,
envueltos en sudarios.

-¡La humanidad expandiéndose!

Desconozco por qué
el rocío se retiene
en las pupilas de la luna...
¿Será que se sabe dependiente
de un solo astro?

Este planeta sólo alberga
necesidad imparable.
Hay temor y retrasan los horarios,
¡y el amor... sudando entre las sábanas!


Elisa
2011

15/3/11

Conmigo



Pido disculpas a los amigos y seguidores agradeciéndoles su paso por mis blogs.
La salud me exige unos ciertos cuidados.

19/2/11

Tolerancia con medida

Para escucharte intentaré no oírte
cuando no es para mí tu tiempo ni las palabras;
las que se quedan en una oración lejana.
Y para que no me hagan daño
borraré con mis lágrimas su tinta.
Seré del cansancio
en mi azul infinito y allí me hallarás.
Para escucharte debo imaginarte niña
contando mis canas...
-"¡Jope, a tus cuarenta, cuarenta cada día!"-
Y para saber de tu inocencia quiero
ver tus sueños rotos sobre mi regazo;
llorar un rato contigo y no jugar con más de tus mentiras,
pero quiero que enjugues tus lágrimas con las mías
dentro..., ¡dentro del alma!

Quiero tu corazón lleno de verdades,
lo pondrás en mis manos para que me des una esperanza.
Porque ahora sólo creo que te haré un bien
regalándome un silencio frente a tu ira.

Para escucharte creo en mí prudencia
y en tus temores...
Sé que el terror se refleja en tus ojos
y en tus pupilas dilatadas para permanecer despierta,
eludiendo así los fantasmas enredados por tus rizos.

Para escucharte pongo un diapasón a mi corazón
mientras suenan las notas de alguna esperanza.

Elisa
feb/2011

17/2/11

Para mi corazón de invierno

Por mi corazón de invierno se pasea mi alma;
y, a la orilla del alba se me queda callada
con su hermética herida se separa del tiempo
lo sagrado del 'fuimos' que muriese en la nada.

Mis retazos de luces iluminan sus viajes
los que creo necesita en mi puño cerrado
y mis manos sienten con dolor de los siglos,
un silencio llamando a otro sueño esperado.

Con mi húmedo latido voy sangrando pesares
nada importa que sean de este tiempo vertiente...
Son ritos de lágrimas con los colmos vaciados
que la vida libera por canal de doliente.

Pero queda algo triste que se pega al costado,
contumaz cuando ignora lo que mata un verano
es su oleaje sonámbulo reclamando viacrucis,  
y oferta 'su Golgota' y crepúsculo abismado.

Elisa
2011

12/1/11

¡El litio no tiene la culpa!

A veces, sinrazón de una locura
nos recorta la vida a cada paso
y sordos, ciegos, mudos, nuestro atraso;
nos regala más tristeza y amargura.

Sin pensar, craso error o desventura,
consentimos dolor y otro fracaso,
conscientes vemos que rebosa el vaso,
probando intemperancia o su basura:

La arrogancia se viste de ceguera...
templanza se quita los anteojos,
el embuste aconseja y ensordece.

Tiempo amoral: 'testigo y tapadera'.
Calcula su venganza en 'su despojo'...
porque encubre su infamia o le guarece.



¿Acaso no merece
su infierno el que extorsiona y la disfraza,
su sevicia verbal con amenaza?
(*Trastorno bipolar*)

9/1/11

Di que te has encontrado con el tiempo... (Dedicado a mis cuatro hijos)



Para vosotros hijos míos y para honrar el recuerdo de vuestra abuela.


Si tu alma me extrae de su memoria
desde el rincón azul de mis pupilas,
yo seré resultado donde hilas
argumento de ayer en otra historia.


Y fuimos del carbón y la ceniza
y fuimos de la estrella y de su polvo;
haces de luz principio del rescoldo
encendiendo azulada luz rojiza.


No se toca a la llama si ella abrasa...
Nos llama quien abraza y-nos enciende
resplandeciendo igual en lo mirado.


Nos transforma el Amor y quien lo tasa 
desde lo más ignoto de su allende,
y es mies de vida en almas que han amado.  




Elisa
2010

15/12/10

Sabia siembra



No más sucederá cuando se queja
un ruiseñor azul por la enramada,
enseñándose a la luz que le aconseja
las notas de su paz a la alborada.
Y sus alas serán para un abrazo
la fiel consigna que un amor no olvida,
de sentimiento atados al regazo
removiendo la sangre donde anida.
Dime quién sabe en esta tierra adusta
si la milpa consigue dar su fruto;
siendo esencia de su obra por su ocaso.
Sortear suertes en tormenta injusta,
volando a los oteros, da tributo
a quien sí supo darle su Parnaso.

No es ruiseñor astuto.
Mas, si cizaña nace junto al grano,
y el ave canta y come de otra mano.


Elisa en: "El ruiseñor"
dic/2010

13/12/10

Trilogía poética: Llévame Señor, Tiempo de tristeza, Quien te siembra

I
Señor, voy a un tiempo sin tiempo, vivo,
a la justa estación sin mandamientos,
a la usura impensable sin deseos
allí donde terminan las ideas,
respirando amor, sola en tu cielo.
¡A donde sólo existe el sentimiento!
Y déjame cual débil golondrina
cruzando el ancho mar que le regalas
para último vuelo en retirada,
bebiendo de su sal cuando imagina
ser sueño de tu ayer cuando la amaban.

Llévame al crepúsculo con el canto
entre las hojas muertas del estío;
en la fragua de vientos y señales
despidiendo al invierno de mi frío.
No me dejes que viva los momentos
volando entre otros sueños mis ideas,
que no pueda seguir al lado de ellos
si mi barca comienza a izar sus velas.
¡Mas llévame, Señor, si tengo frío!

Elisa en: "Don Anselmo"


II

No sé por qué cuando haces un poema
se resienten los mensajes que damos;
acaso, ven el bulto, no belleza
Entonces, rompen, encogen, se quiebran.

Para qué medir versos con palabras
sí debo medir verbos y afilarlos,
murmurar y echar fuego a la tormenta
y no verles macilentos en el bardo.

Me iré a mis juncos, a mis helechos,
mediré los versos a mis orillas,
y al adjetivo pisaré descalza
aunque me corten  piedras de pizarra;
seré agua de mar en la montaña.

No me va el tiempo frío de los cambios,
-Razones que ni entiende un saltamontes.
Soy vulnerable cuanto un silencio agita
este músculo inquieto que me inviste
latiendo inadvertido soledades,
sensible y puñetero, el más cobarde.
-Humillan los días de cielos oscuros
y en la prórroga, terminando en llanto-.

Este rebaño inquieto de palabras
pastoreo inútil de nada sirve.
Si sólo soy quien viste su membrana,
de rana de un ayer por una charca.

Hermanos, siento un tiempo de tristeza
cuando me voy refugiando en mi bosque
y huele a fieras el viento, un aire esparce.

Ranita
nov/2010

III

Ven conmigo a sembrar estos poemas
donde se hace vergel el pensamiento,
allí donde nacen de mi aliento
los versos que sugieres de tus temas.

Ven conmigo a la fuente de mis voces
a recoger las mieses de este día;
a llenarte de la miel de mi alegría
y que sepas del cielo de mis goces.

Podrás recoger los frutos de mi huerto
saciando mi sed por tus agüeras,
preparando mi amor a tu simiente.

Tú, me has dado secretos de tu acierto
de átomos de sustancia y maneras,
ennobleciendo al bardo que te siente.

Ven amor a mis eras 
que, quien te siembra sabe y lo presiente,
va agitando su vida en mi presente.

Elisa en: "Don Anselmo"
2010

6/12/10

Si alguna vez...

Tú, si alguna vez
me pierdo en tu silencio inexpresivo
ajeno a mí y al mundo;
si alguna vez delante susurra el aire
que nos falta para volver a abrazarnos,
si alguna vez... no estoy
en este dejar de sentir y padecer,
pero que fue y sigue para ti escondiéndose en la lágrima;
o en el seno colmado que se escapa en un latido diferente,
déjalo que navegue por tu boca
porque fue de  nuestro tiempo solícito en el beso,
perdiéndose en sus copas al borde de los labios.

Si alguna vez me piensas bajo la infinitud que separa
los mundos; hállame colmada de fragancias
en el anhelo que se alimenta de 'un nosotros'.
Tú me enciendes horizontes
me atraes en el aroma de la vida
y en la necesidad de amarla tal como es pero contigo.
Tu dolor es mío y mi escasa alegría sigue llenándose
de un fluir que ciega el verso con el llanto.

Si alguna vez me ves delante de ti, ámame en silencio.

Elisa
Segovia, 5/2010

21/11/10

Guardiana de lo mío

Guardando lo mío.
De inteligente Verbo consejero
en la cornisa cercana a la intemperie,
la guardiana de otro tiempo por mi era.

Guardando lo mío
en la escala del sueño sin quimeras;
por arrebol de tardes pretenciosas,
en la hojarascas de bosque y veredas.

¡Bendito sea mi cosmos si te tengo!
Y no ser exabrupto exaltado de otra mente,
Sí yelmo, defendiendo mi batalla;
como dueño en la Fe de su palabra.

Guardiana, sí,
de la rosa hechicera que defiende
en el vestigio de la bruma espesa,
el Oráculo de Delfos  que demanda...
¡Su Sibila de canas como escarcha!

Guardo lo mío:
¡Y añicos ha de ser 'su mal', su reino;
su espejismo y locura le señala
en el barro del tiempo clandestino
que roba la ilusión, de su desgracia!
...
Por más que cambie la piel el diablo, será diablo;
la sinergia es mezcla de mi tiempo en su premura.
Es llamada a la fusión, tumulto de mis ánimas
energía para la lucha en su esencia pura.

Y guardando lo mío...
en la fe de mi Verbo consejero
en la cornisa cercana a la intemperie,
se entiende los abismos bajo el cielo.


Elisa en: "Salambó"

4/10/10

Para un auto análisis de texto en el poema: *Te siento verso*

"Hay emociones que no lo son del todo,
hasta que reciben la fuerza lírica de la palabra"
(Gabriel Miró





Cuando todo se dice en el verso y lo resumen palabras, es revelador lo que hemos expresado si extraemos su síntesis, leyendo una simple estrofa. Es parte del material poético de cada aficionado o consagrado que así lo siente. Por lo tanto coinciden ambos en ser lo que son, como complemento lingüístico para quien escribe poesía o prosa poética. A medida que avanza un poema se carga de sentido, tiene  movimiento y aporta significación con el ritmo, porque debe sentirse lo que lleva dentro. Basta leer uno de mis  honestos poemas que escribo para este escueto o pequeño ensayo, donde hablo sobre mi estilo poético. Los hago sobre la marcha, intento que sea un endecasílabo y lo titulo: "Te siento verso"

Te percibí pero ya lo sabía...
Éramos sueño hermano, azul, distante;
tibio hálito y beso del amante
persigné su alma con la boca mía.


Describo el amor que se puede sentir cuando el otro ama y, amando, lo presiente; dice besar y cómo lo hace igual que en un rito religioso:  "persignando un hálito tibio con un beso". Y en el sueño de dos está un "azul distante", indicativo que compara la inmensidad de una distancia y su tono transcribe lo que imagina en el tiempo. Cuenta del otro que además "sabe lo que sí sabía"; lo da por hecho que es así, de "un amor que se siente cuando así lo era".
 Comprender estos versos es fácil en su contexto porque en otros podría ser también de diferente forma, no libres de su metáfora comprensible si voy ligando el verso a las estrofas anteriores del poema:

Veo a través del ámbar de unos ojos
dentro, desciendo estremecida;
amor te quiero ver feliz, fundida
un brillo que ilumina mis antojos.

El aficionado poeta, mi humilde persona en este caso, ve que a través de la visión ajena, amada. Puede formar parte de esos ojos en que se mira y se siente, todo es simbólico, quiere estar dentro, desea formar parte de su brillo que ama porque conoce y llevado por una situación trémula o agitada, necesidad de pertenencia; en este caso la de sus propios pensamientos y deseo; exagera con el ímpetu del estro la situación  atrapado en un color que describe una mirada.

Llevada por el viento en mi locura
extraigo un sentir de la distancia,
de verbo conjugado en una estancia
queriendo repetir amor... ¡Ventura!


Como ven esta aficionada, soñadora deja notar su romanticismo pero lleno de seguridad y altivez, porque cree dominar la distancia cumpliendo con el deseo de sentir cerca lo amado. Necesita que debe creerse lo que siente, que es así para hacerlo suyo. Así que construye con el lenguaje la esencia del mismo, un estado de ánimo que describe, se implica dejando vida sensitiva en los renglones; porque no tiene otro recurso físico, otra referencia a mano, más que lo que le regala la palabra, intentando que el verso sea parte de su melodía y casi puede decir que es como  'tocar a su ficticio amante'.
Construir con la palabra es sentir mi propio desafío. Necesito valores musicales, numerología, ciencia, transmitir más allá de lo que deseo comunicar con calor humano, apasionado o no pero que sea yo quien  experimente como creadora la química que regala la lectura del poema, que sugiere y persuade y genera un sentimiento y también, porque produce un bienestar al conjugarse espiritualmente como en una 'aleación de auténtico amor'.

Te siento verso en mí, eres mi centro...
Eres sonido y voz en mi palabra,
murmullo de agua que a mi oído labra 
¡Amor universal que llevo dentro!

Como se ve, la imaginación es una constante en los nexos del verso que consigue la estrofa. Ellos son los que  hacen al poeta, lo manipulan, lo atraen, le consiguen para sí, le esclavizan. Como leen, se inicia con un pronombre en segunda persona, le pospongo al verbo y la Lengua nos dice que es *enclítico al decir: "Te siento verso...".
"[*enclítico, ca.
(Del lat. enclitĭcus, y este del gr. ἐγκλιτικός, inclinado).

1. adj. Gram. Dicho de una partícula o de una parte de la oración: Que se liga con el vocablo precedente, formando con él una sola palabra; p. ej., en la lengua española son partículas enclíticas los pronombres pospuestos al verbo. Aconséjame, sosiégate, dícese. U. t. c. s.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados]"

Os dejo con esta íntima confidencia. Quizá sea una de mis virtudes darle música propia a mis poemas y lo digo honestamente convencida de ello. Nuestra lengua y sus matices llevan por sí mismos una melodía, la que hay que descubrir en nuestra respiración cuando se declama en voz alta. Ese es mi consejo y creo que lo es de todos los que escriben poesía o conocen la Lengua escrita en prosa y lírica. Lo bueno de este hoy es que se puede ir al grano, contar en el poema lo que siente quien escribe, elevarlo por encima de su propia alma y exponerlo a la crítica, que buena o mala es parte de una personal forma de sentir la palabra con mi propio estilo de hacer poesía; y guste o no, siempre hay tiempo, si se desea y puede, para ir mejorando lo presente. Lo que realmente me importa es trabajar sobre un determinado estilo para que sea original e inconfundible en una  " Rana azul".

Viéndolo bien, si eres auténtico con lo que haces, no solamente poesía, todo está en la capacidad expresiva de cada cual, en el acomodo de un amplio léxico si es posible porque se hace necesario; en la pasión que se pone porque lo obliga el conocimiento y la sensibilidad creadora a la hora de conseguir un buen trabajo; pero también está en un plan o labor que se desarrolla con el lenguaje para hallar los tiempos del ajuste rítmico. No bastan palabras rimbombantes, es que debemos saber cómo colocarlas a medida que avanza el tema, ajustarlas a su rima con capacidad expresiva y eso, creo que cuando se consigue embriaga a su autor, le deja extenuado, sin fuerzas, es como si levitara. Al menos es un trabajo personal descubrir  que ella ha estado allí, la Musa.  Necesita darse un tiempo de descanso entre poema y poema o entre varias creaciones poéticas pues es una 'amante' que consume.

La falta o carencia de la música en el verso le hace monótono y distante. Más bien pareciera prosa poética pero bastante fría por tener un relleno convencional o repetitivo, con palabras muy manoseadas por miles de poetas. Es necesario trabajar el poema , enaltecerlo, darle belleza, que haga vibrar a su autor pero que trascienda el mismo reflejo a otros que nos leen. Porque una prosa acomodada a lo que hay, a veces se repite y no se trasciende. Y si está el verso medido, pues obliga a una métrica precisas en las sílabas y hay que estar obligados a conseguir emociones, la poesía exige una estética perfecta, una necesaria belleza. No es solamente acompasar en lo subalterno, no, es que debemos escribir sintiendo que estamos caminando entre las nubes, que tocamos una cítara, que en cualquier momento nos salen alas y desaparecemos del mundo. Escribir como si lo hiciéramos en papel pautado y fuese nuestra mejor obra. Quizá les exagere pero es así como siento la poesía, porque es siempre para mí regalo, terapia, parte de ser que sabe ser renuncia en lo expreso y por eso se convierte en dolor íntimo, interior, cuando la palabra me da todo. Les confieso que aún me falta esa perfección  que es para mí una parte que me obsesiona. No hay astucia verbal ni homofonía al rimar, porque es mío mi sentir. 'Su magia' está ahí en el ritual que me impongo en algunos poemas  y, a veces, sin  ninguna medida en la prosa. Hay naturalidad si me relajo antes, porque, preceptiva y música, deben ir unidas. Creo que si le tenemos amor al lenguaje podemos ir consiguiendo esos efectos que son  los que nos emocionan, y los que escribimos somos los más interesados. Si 'nuestra Musa' nos complace, se hace dócil cuando exige, le daremos lo mejor de nosotros; siempre necesita que 'le toquemos lo que mejor le gusta de nuestra música, al oído', un poema de amor que la convenza.

Australia Elisa Lattke Valencia

22/9/10

Un sentir en tres tiempos (Música: "¡Perdóname Señor!")

"Erbarme mich, mein Gott!"
...Mi cansancio no afloja
por este impulso mío,
con sed de tiempo y quiere
tenerme ya en su exilio.


Eli/60- (Vacaciones en Cundinamarca, Col).
 Era muy temprano y nos disponíamos a recorrer una parte de la cordillera andina con uno de mis hermanos y un amigo, para conocer una extensa propiedad.
I
Hubo un tiempo en la vida que mecía.
Tiempo difuso y frío, cálido al alma;
sin llenar los cansancios, sonreía,
ni acosaban las ganas que le echaba.


No sé adónde voy sin el, no sé dónde,
qué será lo que acosa ahora o anima
si este luchar me quiere o me desahucia 
o este morir en mí nunca termina.


Los dolores del tiempo se te afincan
ellos son de palabras pensamiento;
un divagar de amor cuando nos trincan
un pedazo del alma en sentimiento.
II
Tiempo que pasa









Pasé pasando un tiempo empedernido
entre luces y llantos de alegrías,
pasaba imaginando fantasías
y montones de risas en el llanto.

Pasé sintiendo el filo de unos labios,
repasé sus comisuras de silencio,
mis lágrimas sintieron los encantos 
del tiempo que se enseña en todo anverso.

Pasé  pasando, imaginé quién ama
y supe de la espiga y de la alondra,
de los cantos salvajes de las nubes 
y un girasol jugando con su sombra.

Pasar, pasas por todo y de ti misma,
andando sueñas retornando al cielo,
pero si pasas debajo de la luna
miras al mar y sientes su consuelo.

Voy de vuelta pasando por la vida
despidiéndome a poco, voy muriendo,
si ya no puedo retener un beso
sentiré la caricia que dio el tiempo.
...
Pasé pasando... ¡Y todo di, amor mío!
porque deje mi vida en tu horizonte,
un puñado de versos por la luna
con celajes de amor hacia el remonte.

ELisa Lattke-10
III
Caminando...
Por dónde se va al territorio que me anima,
pregunto: ¿cuál será mi lucha si faltan fuerzas?
Y no se sabe del querer que quiere tanto
ni de calcinados valles de silencios.


No sé cómo se va por el, cuando estoy dentro,
cuando luchamos en la carne desde el hueso...
Si perdemos por el camino el equipaje
¡Todo Señor, sin ánimo, agotado el cuerpo!


Cuando pierdes más que la vida, en un reencuentro
desatando ternuras, despertando furias...
¡Pero no traicionando al mar de brumas ebrias 
u olvidando encender un faro en las penurias!


Vuelves inconcluso, sin besos y promesas...
Vasija sin  pulir expuesta a muchas nieblas,
hechura de barro buscando su Alfarero,
sin alma por dentro que quite las tinieblas.


¡Dónde la deje y dónde ella ha quedado;
si búscola encendrando fieles sueños,
en noches de madreselva y amarantos
de lunas en los lotos ribereños!


Elisa-2010
Pongan muy suave, vale la pena escucharle en esta preciosa voz que es pura y emocionante elevación.

10/9/10

Yo no pedí...





Yo no pedí...
Que la tarde fuese hosca en mi recuerdo,
que me pusiera en medio y tropezara.
Que me impidiera contarle de mi alma
llevándome a sentir en su susurro
los versos que jamás imaginara.



Yo no pedí...
Su voz, mi rincón de éxtasis y calma,
romperme acentos de melancolía.
Trájome sus arpegios la añoranza
al soplo de una flauta en la bahía.
Engendramos emociones en el verso
con la praxis que exorna un verbo amigo.



Yo no pedí... ¡y pido ahora!
Para sentir con sed el último gozo
me dejes en tu párpado nocturno
poner mil besos y dejarte un sueño;

no pondré todo..., cribo lo mediocre.
consiguiendo ser crítica y cedazo.
¡No sé cómo y por qué se dispuso esto!
¿Si perdí un viaje amando mi anverso?
¡Si sé, ser amiga de injustas tempestades
acendrando el alma y escribiendo un verso!



Elisa
2010

16/8/10

De un ruiseñor...





Al borde del Amor he amanecido
con el alba soñadora de caricias,
abrazada a los rayos de la luna
con sus aires de reina de mis risas.

Al borde de la vida reflexiono
mas quisiera ser ave entre las bruma,
volando por las nubes de otros valles
descendiendo hacia el mar siendo de espuma.

Al borde de mí misma me sorprendo
ocupada en sentirme prisionera,
no quiero estar en la jaula de mis huesos
quiero volar, volar... en primavera.

Me desbordo en el borde de mi pecho
porque quiero lanzarme mar adentro,
en un vuelo final siendo de nada,
para saber que voy hacia tu encuentro.


Al borde de mi todo me  detengo
para un sueño de amor no realizado,
necesito sentirme en esa vuelta
con el viento a favor y enamorado.

Elisa en: "El Ruiseñor"
2010

27/6/10

Con sabor a sal... (Espinela)



Si el Cristo me ve llorar
y le da pena mi duelo,
él me dará su consuelo
porque sabe donde estar.
Si el Señor me sabe amar
y su cielo me desvela,
reconoce quién me anhela
poniendo sabor a sal,
con su aroma sin igual
al verso que me modela.

Y si el reloj se detiene
acabando al fin mi vida,
le pido que en su medida
tome en cuenta a quien apene;
por el amor que no tiene
bajo su cielo estrellado
y se merece en lo dado,
más salud con alegría
para gozar cada día
sintiéndose un bien, amado.

La vida corre marchando
y son muchos sus caminos,
aunque nos lleven destinos
todos vamos acabando;
por Aquél que va ordenando
aquí bajo este mundo
morir en cualquier segundo,
sin despedirnos a tiempo
aunque sea un contratiempo
dejarse un amor profundo.

Si me voy tendré la sal
de un amor muy marinero,
aunque fuese pordiosero
para mi fue celestial.
Convirtiose en su rosal
le di flores a su vida
aunque le hiciese una herida
mis espinas aguantó,
no sé cómo soportó
su mano con mi mordida.

Elisa

2010

14/6/10

Y es amor...







Y cómo se puede decir
a lo que un amor induce,
si cada día nos produce
tantos deseos de morir.
Y cómo amando del todo
no terminas de entender
de ese tanto padecer,
que es sufrir de cualquier modo.
*Estando en ti contenida*
con mi alma en tu presencia,
se ha de llorar en su esencia
por sentir también mi vida.
Y es amor lo que se siente
el que fustiga y nos prueba,
y amando más nos eleva
hasta grabarse en la mente.
Así es el sentimiento
que es capaz de enajenarnos,
turbando al enamorarnos
y quitándonos aliento.
¡Y es amor, amor del bueno
que no nos deja dormir,
pues no para de latir
dos corazones sin freno!

Elisa